en el fresco aire que me da respiro ,
pero no me quita el sabor de tu dulce lefa
impregnada en mi garganta,
ni la sensaciòn del aleteo de tu ruiseñor
buscando en mi alondra,
el refugio de los deshielos,
arroyo puro donde beberàs,
antes de partir...
Mi senos se erectan ante la brisa...
y el recuerdo de tus labios llega a mi...
cuando al besarlos se columpiaban frente a tu rostro...
en la cabalgata que me pega a tu piel
y me lleva a las dimensiones
donde el tiempo se mide en glorias y gemidos...
las làgrimas se transforman en gozo
y los sollozos en placer...
Murmullos del aire que traen nuestras voces,
y pegan las sales de nuestros sudores,
hàlito seductor que renueva los instintos,
predisponiendonos al susurro ìntimo...
a la caricia enardecida...
que exalta el olfato...
e impulsa el reflejo intuitivo
de la necesidad
de poseernos nuevamente.
autora Mirta Fischer
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